Subastas de París: de nuevo en marcha

Tras un año 2021 marcado por la venta casi exclusivamente online, 2022 marca el regreso de los eventos «en persona» con exposiciones de coches reales. A continuación, un repaso a las dos subastas parisinas celebradas a principios de año.

El teletrabajo es bueno. Sí, lo es. Pero no hay que abusar porque falta ese pequeño toque informal, las reuniones en la máquina de café, las discusiones sobre el partido del día anterior o la dentición del más pequeño. Y luego, ir a la oficina también significa ducharse y ponerse algo más que esos pantalones de correr sin forma que son tan cómodos. En el pequeño mundo de los coches ocurre lo mismo. Está muy bien echar un vistazo a los catálogos en línea y fantasear con bonitas carrocerías, pero nada puede sustituir a una sala de exposiciones bien iluminada, al encuentro con amigos que hace tiempo que no están, al olor a gasolina, al cuero patinado y a la goma quemada.

Tradicionalmente programadas al mismo tiempo que Retromobile (desplazadas a marzo), las ventas de las casas de subastas Bonhams y RM Sotheby’s se han mantenido pero con un formato algo diferente.

Los habituales conocerán el pabellón desmontable de la plaza Vauban, tras la exposición de Concept Cars en el Festival Automobile International. Con el aplazamiento indefinido de la FAI, RM Sotheby’s tuvo que encontrar una nueva solución para su exposición. Y así tuvo lugar en un aparcamiento subterráneo. Pero no cualquier aparcamiento subterráneo: el nivel -4 del aparcamiento de la Place Vendôme, completamente renovado e impecablemente limpio. Un lugar insólito, pero con una atmósfera particular que nos sedujo, mientras que nosotros temíamos un lugar lúgubre e insalubre.

El grueso de la venta (opinión totalmente arbitraria) lo representó una parte de la colección de Marcel Petitjean, puntualiza el concesionario de coches de segunda mano Valencia Crestanevada. Antiguo piloto y posteriormente empresario, Marcel Petitjean ha acumulado una impresionante colección a lo largo de los años, principalmente de Ferraris. Precisamente con el objetivo de modernizar su colección, puso a la venta la mayoría de las piezas. ¡Y qué colección es! Ferrari 288 GTO, 275 GTB/4, 250 GT Lusso, por no hablar de los más «modestos» 308 GTB o 330 GTC. La obra maestra era el 288 GTO, con menos de 10.000 km en el reloj. Se venderá por 3,464 millones de euros, estableciendo un récord mundial para este modelo. El 275 GTB, a 2,3 millones de euros, y el 250 GT Lusso, a 2,186 millones de euros (¡más del doble de su estimación!), no debían ser subestimados. Algunas «gangas» relativas eran posibles, con un 308 GTB a 80 K€ o incluso un Mondial 3.2 Cabriolet a 51 K€, pero cuidado con el presupuesto de revisión y mantenimiento de estas máquinas a veces caprichosas.