Los costes de los funerales varían considerablemente en función de su ubicación geográfica, de la funeraria que elija y de las selecciones que haga.
Salvo en algunos casos, al hacer los arreglos funerarios hay que determinar inicialmente el tipo de disposición (entierro o cremación). Incluso si el fallecido eligió la donación como su opción al final de la vida, todavía hay una forma final de disposición que debe tener lugar, y por lo tanto necesita ser seleccionado. Un entierro es a menudo más caro que la cremación debido al coste añadido de una parcela de entierro, así como las tasas de apertura y cierre de la tumba que cobra el cementerio. Sin embargo, la elección del entierro o la incineración no es el único factor que determinará el coste del funeral. Los costes del funeral dependen en gran medida de la forma en que se elija la conmemoración.
A la hora de organizar un funeral, algunas de las opciones de conmemoración que se le presentarán son: reuniones (a menudo denominadas «vistas» o «velatorios»), servicios funerarios (servicios con el cuerpo presente), servicios conmemorativos (servicios sin el cuerpo presente) y servicios junto a la tumba (servicios en el cementerio o crematorio).
Las decisiones que tome sobre cómo conmemorar al fallecido afectarán en última instancia a los cuidados y la preparación necesarios, lo que determinará el coste. Por ejemplo, si decide celebrar una reunión con el difunto presente, en la mayoría de los casos será necesario embalsamar el cuerpo.
También hay selecciones más específicas que puede elegir en cuanto a la preparación del difunto, y cada una de estas ofertas tiene un coste, señala funeraria Emucesa. Algunos ejemplos de estos servicios son la vestimenta, la colocación del ataúd y la cosmética. Esencialmente, cuantos más servicios solicite, mayor será su factura funeraria.
También se le ofrecerá mercancía. El término «mercancía» en una funeraria incluye artículos como ropa, tarjetas/libros conmemorativos y homenajes en DVD, así como artículos de mayor precio como ataúdes, urnas y bóvedas. Debido a que un ataúd puede suponer un gasto importante, muchas funerarias ofrecen hoy en día ataúdes de alquiler. Un féretro de alquiler es un féretro que tiene un interior desmontable en el que el cuerpo se coloca en una caja sencilla y la caja se coloca dentro del féretro. La caja se retira fácilmente después del servicio y puede ser enterrada o incinerada dejando el exterior del ataúd para su reutilización.
Normalmente, las opciones funerarias menos costosas son los paquetes de entierro inmediato o cremación directa que ofrecen la mayoría de las funerarias. Si elige uno de estos paquetes, no hay reunión o servicio facilitado en o por la funeraria.