La elección de un oficiante o de una persona que dirija el servicio funerario es el primer paso en la planificación de un funeral, una conmemoración o una celebración de la vida de una persona. Si no está seguro de a quién elegir, puede considerar a un celebrante funerario certificado.
¿Qué es un celebrante funerario?
Un celebrante es una especie de oficiante especializado en la creación de ceremonias funerarias personalizadas. Se encargan de la oratoria, la planificación de eventos y los detalles sobre el difunto en un servicio funerario diseñado para reflejar la personalidad de la familia.
Actuando un poco como un conservador que examina y reúne retazos de información compartida, el celebrante une historias y anécdotas para crear una ceremonia única que honre al difunto. La familia participa en todos los niveles, eligiendo la música que se va a tocar, las canciones que se van a cantar y los poemas que se van a leer para crear el servicio conmemorativo. No hay nada enlatado ni preconcebido.
¿En qué se diferencia una ceremonia con celebrante?
La diferencia más significativa puede ser que un funeral celebrado es un esfuerzo de colaboración entre el celebrante y la familia, señala Emucesa. Los celebrantes pasarán tiempo con la familia y los amigos del difunto para conocer su vida, sus actividades personales, sus aficiones y otras pasiones. A partir de esas historias y recuerdos compartidos, el celebrante elaborará un elogio personalizado y creará una ceremonia con música, lecturas u otros elementos o recuerdos personalizados. Una vez terminada, la ceremonia se comparte con la familia para que aporte su opinión y se garantice su exactitud. No se crea ni se pronuncia nada sin la aprobación de la familia.
Otra diferencia sustancial es que los celebrantes no imponen un programa religioso prescrito a menos que se solicite. En cambio, el objetivo de un celebrante funerario es adaptarse a las creencias, los valores y los deseos de la persona fallecida y de sus familiares directos. Por ello, los funerales dirigidos por celebrantes suelen tener lugar en lugares distintos a los de culto. El servicio puede tener lugar como un paseo en barco a la luz de la luna, un viaje de pesca al amanecer, una reunión con hoguera, volar cometas en el parque o una barbacoa en el patio trasero. Lo que mejor refleje a la persona que ha fallecido.
Servicios religiosos y mixtos
Los celebrantes funerarios suelen atender a las familias que prefieren una ceremonia funeraria no religiosa; sin embargo, si lo desea, puede introducir algunos elementos religiosos en un funeral con un celebrante.
El servicio del celebrante puede realizarse junto con el servicio de vigilia en la funeraria o después de éste, antes de partir hacia los servicios de la iglesia o la sinagoga, en el crematorio o el cementerio después de los ritos de entierro, incluso en el banquete familiar.
En el caso de las familias que tienen una fe mixta, un celebrante funerario puede ser la respuesta para mezclar elementos de cada religión en un servicio personalizado. Un celebrante funerario también puede colaborar con oficiantes religiosos para crear y realizar la ceremonia. Esta colaboración puede combinar los rituales basados en la fe con un contenido creativo y personalizado. Este enfoque puede incluso proporcionar cierto equilibrio a la hora de elegir si se incluye o no la religión en la ceremonia.
En cualquier caso, sepa que hay opciones. La vida se compone de una serie de elecciones. Esas elecciones deben ser recordadas y honradas de una manera que sea personal.
Cómo encontrar un celebrante funerario
El director de la funeraria será su mejor recurso. Comience preguntando si hay alguien en la funeraria que sea un celebrante certificado o si hay alguien que puedan recomendar. Pida hablar con otras familias que hayan recurrido a un celebrante para comentar la experiencia y el proceso. Entreviste a varios celebrantes para encontrar uno con el que se sienta cómodo.