No hay muchas cifras de rendimiento que eclipsen claramente incluso al BMW M5 de 600 CV en su versión 30 aniversario. G-Power, sin embargo, opina que una berlina de lujo puede soportar incluso más potencia y ahora presenta su programa de tuning para el BMW M5 F10 LCI con V8 biturbo de 4,4 litros.
El motor de ocho cilindros, conocido internamente como S63, recibe un nuevo sistema de gestión del motor en Aresing, y la contrapresión del sistema de escape se reduce con la ayuda de un sistema de titanio con catalizadores deportivos. La nueva electrónica del motor debería convertir los 560 CV de serie en unos increíbles 740 CV, poniendo al M5 a la altura de los anteriores modelos G-Power Hurricane, que utilizaban un V10 presurizado por dos compresores.
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Además de la potencia, el par motor también asciende a nuevas regiones: G-Power declara 975 Newton metro como nuevo valor máximo, lo que supone más de 300 Newton metro más que en el estado estándar. Levantar el bloqueo electrónico Vmax forma parte de las buenas maneras de G-Power y permite velocidades muy superiores a los 300 km/h: sólo a 350 intervendría teóricamente de nuevo la electrónica.
El BMW M5 F10 G-Power acelera desde parado hasta 200 km/h en sólo 10,5 segundos. Al esprintar a 100, la tracción de las ruedas traseras motrices sigue siendo el factor limitante, por lo que apenas deberían apreciarse diferencias con respecto a la serie.
Además de la mejora de rendimiento y el sistema de escape de titanio, G-Power también ofrece un capó de carbono y llantas forjadas para el BMW M5 actual. Como era de esperar, la escalada de 740 CV no es ninguna ganga: el tuneador cobra 13.804 euros – y en el ámbito de aplicación del StVZo ya no se permite un M5 correspondientemente modificado.