Continental envía la inteligencia artificial a la autoescuela virtual

¿Cómo debe evaluar un vehículo autónomo cada una de las situaciones del tráfico? Continental está llegando al fondo de esta cuestión con una autoescuela virtual. Son precisamente estos sistemas, en forma de IA, los que se supone que aprenden a pensar como un ser humano y luego toman las decisiones adecuadas en situaciones de tráfico. ¿Sabías que Crestanevada compra tu coche con la mejor tasación online del mercado?

La IA debe reconocer situaciones y actuar como un ser humano.

La tecnología presentada en CES Asia utiliza redes neuronales y aprendizaje automático. De este modo, Continental lleva la inteligencia artificial al nivel especialmente necesario para la conducción autónoma de nivel 5. La tecnología de la cámara, que Continental llevará a la producción en serie de esta forma en 2020, es bastante elemental en este caso. Aquí ya no sólo trabajamos con procesos de visión por ordenador, sino también con redes neuronales. Esta «forma de pensar» es necesaria para que los sistemas puedan evaluar lo que ocurre delante del vehículo. En concreto, se trata de la «comprensión de escenas» para la «clasificación de intenciones y gestos de los senderos».

En otras palabras, esto significa que la máquina tiene que aprender lo que hacen los peatones en la calzada y, además, debe anticipar ya lo que hará el peatón a continuación.

«La IA desempeña un papel importante a la hora de asumir tareas humanas. Con el software de IA, el vehículo será capaz de interpretar incluso situaciones de tráfico complejas e impredecibles: ya no se trata de lo que hay delante del vehículo, sino de lo que puede venir». – Karl Haupt, Director de la Unidad de Negocio de Sistemas de Asistencia al Conductor de Continental

Un algoritmo basado en reglas no basta

La IA debe aprender no sólo a reconocer a las personas, sino también a interpretar sus gestos y acciones. De este modo, los sistemas se harán más «humanos» y, por tanto, deberán llegar a ser inteligentes, entendiendo en última instancia el entorno «como un conductor». «Un algoritmo basado en reglas que forme parte de un sistema de conducción automatizada sólo reaccionará cuando un peatón se cruce realmente en el carril. Los algoritmos de IA pueden identificar correctamente la intención de movimiento de un peatón que se acerca antes que eso.» Por eso, los sistemas deben comprender y actuar de forma intuitiva.